Con el objetivo de impulsar la digitalización del sistema de salud, el Gobierno avanzó con la implementación de un nuevo modelo de recetas para la venta de medicamentos.
El Gobierno avanzó en la modernización del sistema de salud argentino a través de la digitalización de procesos para facilitar y agilizar el acceso a los medicamentos y tratamientos, mejorar la calidad en la prestación de servicios a los ciudadanos y ofrecer mayor seguridad. A raíz de esto, se estableció que la receta electrónica y/o digital sea obligatoria en todo el país a partir de julio.
Este avance tecnológico, que también facilitará la identificación de los profesionales que prescriben medicamentos, fue establecido por el Ministerio de Salud de la Nación a través de una nueva reglamentación del DNU 70/23, donde se detallan los requisitos y los plazos para su implementación.
En la misma dirección, contempla la integración y estandarización de las plataformas digitales ya existentes en el sistema, la definición de un diccionario nacional de medicamentos y el seguimiento eficaz del tratamiento de los pacientes. Asimismo, la medida busca aumentar la competitividad del mercado, lograr una mayor agilidad de la industria y minimizar costos.
A partir del 1 de julio de 2024 el uso de la receta electrónica y/o digital será obligatoria en todo el país, aunque se aclaró que las actuales implementaciones digitales continúan vigentes en su uso, siempre y cuando cumplan con los requisitos previstos en la nueva reglamentación.
Receta electrónica: nuevos beneficios
La receta electrónica "no solo facilitará el acceso a los medicamentos y tratamientos de manera más eficiente y segura, sino que también promoverá la calidad en todo el proceso de atención médica", destacaron desde el Ministerio de Salud en el comunicado oficial. La adopción de la receta electrónica, cuyo modelo quedó establecido por el DNU63/24, responde a cuatro ejes esenciales:
• Identificación de profesionales con capacidad para prescribir: se garantiza el adecuado acceso a la identificación de los profesionales de la salud a través de la Red Federal de Registro de Profesionales de la Salud (REFEPS). Este registro asegura que solo los profesionales debidamente acreditados puedan emitir prescripciones, manteniendo así la integridad y seguridad del proceso de prescripción.